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Burdeos, la ciudad del vino

  • Foto del escritor: vandeados - Flor y Juan
    vandeados - Flor y Juan
  • hace 9 horas
  • 6 Min. de lectura

¡No hay mejor forma de empezar este artículo que con un dato curioso! El color bordó —o bordeaux en francés— debe su nombre a la región de Burdeos, famosa por sus vinos de tono rojizo profundo. El término comenzó a usarse en el siglo XIX, cuando se creó un colorante sintético inspirado en el característico color del vino de la zona. Así, el nombre terminó formando parte de la paleta cromática.


Burdeos y la torre del Gran Reloj
Burdeos y la torre del Gran Reloj

Esta ciudad, además de compartir el nombre con el color, es un lugar precioso en el sur de Francia que recomendamos, y mucho, visitar. Te dejamos nuestras recomendaciones de qué hacer, basadas en lo que fuimos recorriendo. Todo lo hicimos a pie, ya que es una ciudad muy fácil de caminar. ¡Y es casi un requisito perderse por las callecitas de sus barrios!


La Grosse Cloche


La Grosse Cloche (Puerta de la Gran Campana) impacta. Fue una de las antiguas entradas a la ciudad medieval y dan ganas de sacarse cientos de fotos. La torre, con su gran campana, se usaba para marcar momentos importantes: desde el inicio de la vendimia hasta alertas por incendios o celebraciones especiales.

Al cruzar esta puerta y adentrarnos en lo que era la ciudad medieval, llegamos a la rue Saint-James, una de nuestras calles favoritas de Burdeos. Tiene un estilo muy de diseño, llena de cafeterías, ideal para acercarse tanto por la mañana como por la tarde y sentarse a tomar un café en alguno de sus bares.


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Rue Sainte-Catherine


Esta calle podemos decir que es la calle más visitada de Burdeos. El día que fuimos había muchísima gente, increíble. Todos caminaban entre tiendas, cafés y artistas callejeros. Esta calle fue construida sobre una antigua vía romana y va desde la Place de la Victoire hasta la Place de la Comédie.

Aquí se encuentra la Galerie Bordelaise, construida en 1834. Es una galería cubierta, elegante y con vitrinas antiguas. Recomendamos adentrarse para ver locales con mucha historia.

En la Place de la Comédie se encuentra el Gran Teatro de Burdeos. En su fachada hay 12 columnas coronadas con 12 estatuas: las 9 musas y las diosas Juno, Venus y Minerva. El edificio impone, con su estilo neoclásico y su presencia majestuosa frente a la plaza.


    Locura de gente en la Rue Saint-Catherine
Locura de gente en la Rue Saint-Catherine

Catedral


La Catedral de Burdeos, conocida como la Catedral Saint-André, forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1998, como parte de los Caminos de Santiago en Francia. Es un magnífico ejemplo del estilo gótico francés. Lo que más llama la atención es su imponente portal norte, decorado con esculturas que representan escenas bíblicas, como la Ascensión de Cristo y el Juicio Final.


Fachada de la catedral de Burdeos
La Catedral se impone, por dentro y por fuera

Barrio de Saint-Pierre


El barrio de Saint-Pierre es un lugar precioso para recorrer. Perderse entre sus callecitas empedradas, llenas de terrazas y fachadas antiguas, te hace sentir en otra época.

Una de sus calles principales es la rue Fernand Philippart, que lleva hasta la Place du Parlement. En este barrio se encuentra la iglesia de Saint-Pierre, uno de los edificios religiosos más antiguos de Burdeos. Al entrar, se pueden ver sus bóvedas y vidrieras, que le dan una atmósfera muy especial.

Puerta de Cailhau


La Puerta de Cailhau, un punto de entrada al Barrio de Saint-Pierre, es una de las seis puertas medievales que se conservan en Burdeos. Construida a fines del siglo XV, esta torre tenía dos propósitos principales: servir como arco de triunfo y como fortaleza defensiva. Mide 38 metros de altura y cuenta con una estructura robusta de piedra.

Es posible subir a la torre, desde donde se puede disfrutar de una vista impresionante de la ciudad y del río Garona.


Puerta de Cailhau
Puerta de Cailhau, uno de los símbolos de la ciudad

Place de la Bourse


La Plaza de la Bolsa sin dudas es el lugar más turístico de todos los sitios en Burdeos. Se encuentra a orillas del río Garona y fue construida entre 1730 y 1755. Representó la primera brecha que se abrió en la muralla que rodeaba la ciudad. Esta plaza fue diseñada con la intención de abrir Burdeos hacia el río Garona y, además, como marco para una estatua ecuestre del rey Luis XV, que se encontraba allí pero fue destruida durante la Revolución Francesa.

Allí se encuentran varios edificios importantes: el Palacio de la Bolsa, el antiguo edificio de la Aduana y una fuente dedicada a las Tres Gracias. Además, en la fachada de los edificios hay varias esculturas de dioses, como Minerva, Mercurio, Neptuno y, por supuesto, no podía faltar Baco, el dios del vino.


fuente de agua en la Plaza de la Bolsa
Fuente en la Plaza de la Bolsa

Miroir d'eau


El Espejo de Agua de Burdeos (Miroir d'eau) es, sin lugar a dudas, el lugar más fotografiado de la ciudad. Situado frente a la Plaza de la Bolsa, junto al río Garona, se trata de una gran piscina de más de 3.450 m² y con tan solo 2 cm de profundidad. A lo largo del día, crea diferentes efectos con el agua, como neblina, generando hermosos reflejos de los edificios de la plaza que se encuentran detrás. Actualmente, es considerado un Patrimonio Mundial contemporáneo.


Espejo de agua frente a la Plaza de la Bolsa
El Espejo de Agua, frente a la Plaza de la Bolsa

Pont de Pierre


Desde el Espejo de Agua podemos contemplar el Pont de Pierre, que además es posible cruzar a pie. Este puente de piedra, el más antiguo de la ciudad, fue mandado a construir por Napoleón Bonaparte entre 1810 y 1822. Cuenta con 17 arcos, una cifra que coincide con las letras del nombre del emperador francés. Hasta la década de 1960, fue el único puente que cruzaba el río Garona y tiene una longitud cercana a los 500 metros.


El Pont de Pierre en un día soleado
El puente se ve desde distintos puntos de la ciudad
Un dulce típico de Burdeos es el canelé. No te vayas de la ciudad sin probar este pequeño pastelito de costra caramelizada y centro tierno, aromatizado con ron y vainilla. Su textura y forma acanalada lo convierten en algo muy característico de la gastronomía bordelesa... aunque a nosotros no es que nos haya fascinado.

Place des Quinconces


Es una de las plazas más grandes de Europa, con una superficie de 12 hectáreas. Tuvimos la oportunidad de visitarla durante la celebración de un mercado de Navidad, que incluía una gran noria y numerosos puestos de comida. Este mercado le daba un toque muy especial a la plaza, estaba llena de personas y fue muy lindo poder recorrerlo.

En la plaza se encuentra el Monumento a los Girondinos, una imponente columna de más de 40 metros de altura erigida en memoria a los Girondinos, un grupo político moderado de la Revolución Francesa que fue perseguido y ejecutado durante el período del Terror.



Monumento a los girondinos de Burdeos
El Monumento a los Girondinos en la Plaza des Quinconces

Jardin Public


El Jardin Public (jardín público) es un parque de unas 11 hectáreas dentro de Burdeos, ideal para quienes deseen escapar un poco de la ciudad y despejarse caminando entre sus senderos. Está bastante céntrico, por lo que es fácil de llegar, y además allí se encuentra el jardín botánico. Es el lugar perfecto para relajarse y disfrutar de la tranquilidad.



Barrio de Chartrons


Muy cercano a la Place des Quinconces. Este encantador barrio merece ser recorrido sin rumbo, perdiéndose por sus callecitas llenas de pequeñas casitas, anticuarios, galerías de arte y una atmósfera muy bohemia. La Rue Notre-Dame, su calle principal, te lleva directamente hasta la iglesia de Saint-Louis, que es encantadora, especialmente por sus vitrales.


La Cité du Vin


En la ciudad del vino, Burdeos, está este museo que no te podés perder. Su arquitectura, con forma de decantador, es impresionante y cambia de color a medida que el sol va cambiando de posición. Por dentro viajás en el tiempo, conociendo la historia del vino desde el 6000 a.C. Es increíble. Al final del recorrido, podés disfrutar de una degustación en el Belvédère, un mirador en el octavo piso con vistas panorámicas de Burdeos.

La entrada incluye un vaso de degustación de vino o jugo de uva, seleccionado entre varias opciones, y hasta podés optar por experiencias adicionales como talleres de cata o visitas sensoriales para profundizar aún más en el mundo del vino.


El Museo Ciudad del Vino, un edificio de arquitectura moderna
La "Ciudad del Vino", un museo de arquitectura particular


Esperamos que este artículo te sea de gran utilidad. Burdeos es una ciudad que nos encantó, llena de historia, cultura y, por supuesto, vino. Tuvimos la increíble experiencia de dormir en nuestra caravana entre viñedos en Saint-Émilion, un pintoresco pueblo medieval famoso por sus vinos, y a medida que nos acercábamos a la ciudad, nos íbamos adentrando más y más en este fascinante mundo del vino.


Burdeos es muy fácil de recorrer a pie, y aunque hay muchas cosas por ver, con dos días es más que suficiente para disfrutar de lo esencial. ¡No te pierdas el video de nuestro recorrido por Burdeos en nuestro canal de YouTube!


¡Sigamos viajando!

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