Un día, estudiando Geografía Turística para la carrera de Licenciatura en Turismo, me encontré con la existencia de un pueblito que me llamó mucho la atención.
En un rinconcito de una de las hojas del libro -fotocopiado- había una foto de un pueblito medieval, en cuyo pie explicaba que era uno de los mejores conservados en todo el mundo y declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. Por la llamativa imagen y el peculiar nombre del poblado, nunca me olvidé de Český Krumlov.
Varios años después, el destino quiso que Český Krumlov apareciera ante nuestros ojos, pero en primera persona. Junto a Flor, bien temprano salimos de Praga hacia el poblado a través de un tour provisto por Prague Sightseeing Tours.
La distancia entre la capital checa y Cesky es de aprox. 170km.
Este pueblo te transporta a cientos de años atrás, ya que conserva la estructura de los años dorados de la alta sociedad bohemia.
Al llegar, luego de un breve paso por la Iglesia de San Vito, recorrimos los patios del castillo. El resto de la mañana caminamos entre las callecitas de este hermoso pueblo checo. Luego del típico almuerzo, sopa de cebolla y Goulash, y con las energías renovadas, partimos hacia el interior del Castillo, desde el cual obtuvimos vistas muy bonitas del pueblo. En uno de sus sectores se destacan las paredes pintadas de manera tal que simulan relieves de ladrillos, ventanas y balcones.
Si bien el tour brindó todo lo previsto, recomendaríamos pasar al menos una noche, para poder recorrer más y con mayor tranquilidad cada recoveco de este pueblo que nos transporta al pasado.
Anécdota: el joven guía que llevaba al grupo se encontraba en un evidente estado gripal. Cada vez que le tocaba comentar algún detalle, o se sonaba los moquitos o estornudaba. Junto a nosotros estaba una pareja de japoneses que, ante cualquiera de los problemas nasales del guía, evidenciaba una molestia que -para nosotros- parecía desmedida. Hoy, pandemia de por medio, y conociendo la cultura "de barbijos" de los orientales, entendemos plenamente el disgusto por el que estaban pasando.
Así fue que pasamos de la simple lectura sobre un lugar, a vivenciarlo años después. ¿Les ha pasado alguna vez de tomar conocimiento sobre un destino inusual y años después tener la fortuna de recorrerlo?
¡Sigamos viajando!
Comments