Luego de un flixbus nocturno de 12 horas, cruzando República Checa y Alemania, llegamos a Ámsterdam. Ya al bajar en la estación de buses Sloterdijk nos sorprendieron la cantidad de bicicletas que hay en la calle. De todos los tamaños, todos los colores y todos los modelos, una arriba de la otra.
Salimos de la estación, nos tomamos un tranvía y a los pocos minutos ya estábamos en nuestro alojamiento. Estando en una ciudad tan particular, nuestro hotel no podía ser menos que peculiar: el Cityhub. Es un hostel cápsula, sus habitaciones son cubos, donde hay espacio simplemente para una cama y otro recoveco para dejar tus pertenencias. Al salir, tenés los baños compartidos con todos los amenities que necesites y, en el mismo recinto, un bar muy cool.
Debemos recalcar que Ámsterdam se caracteriza por el elevado precio de su alojamiento. Esta opción era relativamente económica y cumplía con creces lo que buscábamos: limpieza, modernidad y ubicación correcta.
Luego del check in, nos fuimos hasta el centro de la ciudad a desayunar y tomar el free walking tour con los chicos de Sandemans que, como de costumbre, fue excelente. Al mediodía nos sentamos a descansar luego de la caminata del tour y aprovechamos para almorzar en el barrio de Jordaan. Este barrio, uno de los más famosos de la ciudad, es frecuentado por jóvenes y artistas, con muchos restaurantes, bares y puntos de encuentro.
A la tarde nos volvimos a encontrar con los chicos de Sandemans, pero esta vez para hacer un tour por el Barrio Rojo: 100% recomendable, háganlo si visitan esta ciudad, es super interesante y se van a divertir mucho.
Barrio rojo
Este barrio es el distrito más antiguo de la ciudad. Y desde hace varios cientos de años que está relacionado con la prostitución. Por su posición estratégica, la ciudad portuaria de Ámsterdam recibía marineros que, en su tiempo libre, deambulaban buscando "diversión".
Luego de una etapa de estricta moralidad, allá por el siglo XVIII, vino la ocupación francesa, momento en el cual se reactivó la actividad, aunque regulada para combatir la proliferación de enfermedades de transmisión sexual.
En el siglo XIX, prohibieron la oferta de los servicios sexuales en la calle, por lo cual las mujeres sólo podían mostrarse detrás de las cortinas de las ventanas, golpeándolas cada vez que los interesados pasaban por el lugar, tradición que se mantiene viva en la actualidad.
Hoy por hoy, la prostitución es considerada una profesión oficial, sujeta a impuestos y reglamentos, como cualquier otra. En el barrio rojo hay cámaras de vigilancia, policías de civiles custodiando el área, prohibiendo que las personas fotografíen y graben a las trabajadoras.
Weed free
La ciudad es conocida también por su libertad a la hora de la venta y consumo de marihuana. En el barrio rojo y alrededores, abundan los Coffee Shops, bares donde se puede adquirir legalmente marihuana.
Si solo quieren sentarse a tomar un café y no estar en contacto con el humo del cigarro, eviten los Coffee Shops y elijan bares tradicionales, que también abundan en la ciudad.
Hasta aquí llegó el amor
En nuestra segunda visita a Europa entendimos que, si bien nos encanta viajar juntos, algunos intereses no son comunes y para que los dos podamos visitar lo que nos gusta, y el tiempo nos alcance, no debemos hacer todo juntos todo el tiempo. Así que visitamos dos museos por separados.
🙋🏻♀️ Museo de Ana Frank
Es la casa donde Ana Frank se escondió junto a su familia durante la persecución nazi y donde escribió su famoso diario relatando sus días.
Importante a tener en cuenta a la hora de visitar esta museo: sacar la entrada por Internet con anticipación, ya que se van a ahorrar muchísimo tiempo de espera para ingresar.
🙋🏻♂️ Rijks Museum
Es el Museo Nacional de los Países Bajos y posee la más famosa colección de pinturas del Siglo de Oro neerlandés. El principal atractivo del museo radica en las 22 pinturas de Rembrandt.
Parques de la ciudad
Otros aspectos positivos de la ciudad son la cantidad y calidad de sus áreas verdes. El Voldenpark quizás sea el más visitado, al estar en pleno corazón de la ciudad. Pero hay otros que merecen una visita, como el Westerpark, el Flevopark o hasta el mismísimo Jardín Botánico, entre otros.
Ámsterdam es una combinación muy diversa de atractivos. Tan diversa que puede enamorar tanto a aquel que la visita en búsqueda de tranquilidad y relajación, como a aquel que va en plan de arrancarse la cabeza y no recordar nada al día siguiente 😅
Let´s keep moving!
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