Habíamos comenzado el día en Jeffreys Bay, recorriendo gran parte de la Ruta Jardín. Nuestro objetivo era llegar por la tardecita al Cape Agulhas.
El Cabo de las Agujas, ese sería su nombre en español, es de esos lugares sobre los que leés en un artículo y decís: ¡quiero ir ahí!
Cape Agulhas es exactamente donde confluyen las aguas de los océanos Atlántico e Índico.
El día había sido hermoso, pero extenuante. Habíamos recorrido más de quinientos kilómetros, con varias paradas para recorrer diferentes atractivos de la ruta.
Llegamos al Cabo de las Agujas muy de tardecita y empezamos a buscar dónde parar. Lo único que nos marcaba el GPS era un B&B, de tarifa muy elevada, así que nos dispusimos a dar vueltas en el auto a ver si algún cartel aparecía por allí ofreciendo alojamiento.
El pueblo es tan pequeño que en las vueltas que dimos pasamos varias veces por una esquina donde había, en la vereda, un grupo de amigos en sus 50´s asando carne 🥩 y bebiendo vino.
Nos sentimos identificados al ver ese tipo de reunión. En una de esas tantas vueltas que dimos por el lugar, uno de los señores que participaba de esa reunión, nos frenó y nos consultó si estábamos buscando donde pasar la noche. Les dijimos que efectivamente así era y fue entonces que ofreció hospedarnos, a cambio de una pequeña suma de dinero, en la parte de abajo de su casa, donde tenía todo: cama, baño y cocina.
Fuimos a ver el ´monoambiente´ y nos pareció excelente. Nuestro problema era que nos íbamos MUY temprano, no sabíamos cómo entregarle la llave para que revisara que dejemos todo en orden. Muy tranquilo nos dijo: "dejen la llave dentro y cierren la puerta".
Y así fue como cerramos trato con este señor, en un acto de confianza mutuo. Sin recomendaciones de TripAdvisor, sin tarjetas de garantía, nada.
Cenamos donde nos recomendó, en Zuidste Kaap Family Restaurant, el restaurante más austral de África. Carne y vino sudafricano. Por cierto, qué BUENOS los vinos de este país.
🌅 Al día siguiente, antes de que amanezca, vimos salir el sol detrás del faro, justo allí donde las aguas de estos dos océanos inmensos se mezclan.
Visto este espectáculo de la naturaleza y sentir 😍 ´la pucha que vale la pena estar vivo´, subimos a nuestro autito 🚗 para dirigirnos hacia una de las ciudades más lindas que nos tocó conocer, Ciudad del Cabo.
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