Llegamos a Papeete, capital de la polinesia francesa, en Tahití. Punto de partida para recorrer algunas de las playas más exóticas y bellas del mundo.
Al bajar del avión de Air Tahití Nui, nos hacen saber que estamos efectivamente en la polinesia. Previo a inmigraciones y al sector de equipajes, nos reciben con collares típicos y música polinésica ¡en vivo!
Si bien el vuelo fue de 11 horas, la diferencia horaria entre Tokyo y Papeete es de -19 horas, por lo cual llegamos el mismo día, incluso “8 horas antes”.
Con la excitación de estar en un nuevo lugar, el jet lag no fue excusa para estar cansados. Así que fuimos directamente al hotel que teníamos reservado para celebrar nuestra corta estadía polinésica.
Papeete, como remarcamos anteriormente, es el punto de partida hacia otras islas. Tiene su aeropuerto, que recibe vuelos internacionales, en su mayoría provenientes de Estados Unidos, Japón y Europa.
Como máximas atracciones podemos citar al Mercado de Papeete, donde encontramos productos y artesanías locales; el Museo Paul Gauguin, pintor que vivió aquí durante mucho tiempo; o el Museo de Perlas. De todas formas, lo más interesante es que desde aquí podemos tomar vuelos hacia islas con playas paradisíacas, como Bora Bora, Huahine, Maupiti, Moorea, Rangiroa, entre otras.
Nosotros pasamos la noche en nuestro alojamiento y, al día siguiente, nos tomamos un ferry hacia una isla muy cercana.
¡Sigamos viajando!
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