De la costa dorada sin escalas a Sydney!
A muchos de los atractivos más importantes de Sydney los encontramos cercanos o colindantes al CBD, el Central Business District.
En general, las grandes ciudades de Australia se conforman de la misma manera. Tienen un centro moderno comprimido y abarrotado, con muchos edificios altos, dentro de lo que se encuadra como el CBD. Alrededor de este centro se desarrolla el resto de la ciudad, con construcciones más bajas y residenciales.
Claramente, el sello distintivo de Sydney es su Ópera. Todo el mundo en algún momento de sus vidas habrá visto imágenes aéreas de esta construcción. La Ópera está ubicada en la punta de lo que es el CBD. Es un punto de encuentro tanto para turistas como para locales. En sus alrededores hay grandes espacios para salir a caminar, tomar algo en alguno de los bares o restaurantes, o simplemente quedarse girando por ahí para apreciar las vistas de la bahía.
A un lado de la Ópera de Sydney se encuentra la Circular Quay. Desde aquí parten embarcaciones a diferentes puntos de la ciudad y donde recalan incluso cruceros de todas partes del mundo. Qué lindo llegar a Sydney y, en dos minutos, estar a los pies de la Ópera.
Al otro lado de la Ópera encontramos uno de los lugares más bonitos de la ciudad: el Jardín Botánico Real. Tal como mencionamos en posts anteriores, los espacios verdes de las ciudades australianas son envidiables.
El Jardín Botánico Real de Sydney es un paseo por el paraíso. Verde por todas partes, con un cuidado minucioso de todo detalle. Además, desde las costas del jardín se obtienen panorámicas de la Ópera y el skyline de Sydney que te dejan maravillado.
Un barrio bastante cercano a la Ópera y que es de imprescindible visita es ”The Rocks”. Es el barrio que le dio nacimiento a la Sydney actual. Sus construcciones coloniales se contrastan con la modernidad del CBD. En The Rocks hay una movida excelente que combina pubs, restaurantes, museos y galerías.
Salir a caminar por la noche entre esas callecitas empedradas es algo que no te podés perder.
Además, este barrio está a los pies del Puente de la Bahía, al cual podés acceder caminando. Desde el puente tenés otras visuales de la ciudad en general y, obviamente, de la figurita repetida, la Ópera.
Otro punto sumamente destacable de la ciudad es Darling Harbour. Pegado al CDB, hacia el oeste, está este puerto que se ha convertido en el área de recreación más novedosa de la ciudad. El puerto, que tiene forma de U, está flanqueado por unas anchas veredas siempre concurridas por locales y turistas. Shoppings, locales diversos, un acuario gigante, gastronomía variadísima y mucha onda. Es otra de las actividades, en especial a la noche, que se puede disfrutar mucho en una estadía.
Por último, no podemos dejar de mencionar a las playas de la ciudad, como Bondi o Manly beaches.
La playa quizás más conocida, y más a mano, es Bondi Beach, a 7 kilómetros aproximadamente del CBD. La playa, como tantas otras, es el refugio natural de los surfistas. Desde que el sol aparece hasta que cae la noche, seguramente verás a estos amantes de las olas. A su vez, hay un paseo muy pintoresco que inicia en Bondi y finaliza en Coogee beach, desde el cual vas a ver numerosas playas, piscinas entre las rocas, barcitos, acantilados y hasta incluso un cementerio con vista al mar. Un recorrido diferente, de cerca de 6 kilómetros, super recomendable.
Nosotros cerramos este viaje por Australia en esta ciudad. Sin dudas un cierre hermoso, aunque nos ha dejado con ganas de seguir recorriendo. Quizás podamos pegarnos una vueltita en otro momento y conocer un poco más al “continente” australiano.
Sigamos viajando!
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