Flor tenía un pasaje de regreso a Argentina, así que nos acercamos hasta la ciudad desde donde iniciaba su trayecto hacia nuestro querido país.
Si bien Flor ya conocía Milán, yo todavía no había podido recorrerla. Así que estacionamos nuestra van, "Estela", en un pueblo aledaño, desde el cual tomamos el tren para visitar a la ciudad de la moda.
Es una ciudad cosmopolita, a la que -a su vez- llegan turistas de todo el mundo. Es un ir y venir de gente de todas las nacionalidades habidas y por haber.
Caminar por el centro de Milán por momentos pareciera un desfile de moda. Encontraremos mucha elegancia y diversidad de estilos en las principales arterias de la ciudad.
Aquí les dejamos un nuevo episodio de nuestra travesía en van.
¡Sigamos viajando!
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