Durmiendo con animales salvajes

🦁Animales salvajes sueltos. ¿Dormirían tranquilos en un lugar así? 😯

Carpas en el medio de la sabana

En el lodge Shindzela no existían cercos ni vallas que impidieran el tránsito de animales como leones, hienas, leopardos, jabalíes o cualquier otra especie deambulante en el área.

Desde el desayunador hasta la carpa ⛺ donde estábamos alojados había una distancia de 50 metros. Por la noche, luego de la cena alrededor del fogón 🔥, volvíamos hasta nuestra carpa acompañado por un empleado que iba armado, por si acaso.

Interior de una de las carpas del lodge

Por lo que nos informaron, era bastante improbable que nos cruzáramos, por ejemplo, con un león. ¿Ustedes cómo pasarían la noche en un lugar así, entre rugidos de leones?

En nuestra segunda noche, luego de un día con dos safaris, habíamos regresado a nuestra carpa para bañarnos y prepararnos para la cena 🍝. Mientras esperaba a Flor, sentado en una silla, escuché sonidos extraños que provenían de afuera. Era como si alguien anduviera entre los pastizales, no muy lejos de donde nos encontrábamos. Con un poco de susto, sinceramente, miré por la ventana y a pesar de la oscuridad 🌛 veía algún movimiento, pero no podía determinar qué, quién o quiénes andaban por ahí.

Baño rústico

Aún más asustados 😥, ya con Flor a mi lado, nos animamos a entreabrir la puerta para dilucidar lo que estaba pasando. A muy pocos metros, una pequeña manada de elefantes, arrastrando sus patas entre los pastizales, se dirigía a un abrevadero que estaba frente al Lodge. Una experiencia única, inusual. 🐘

Así nos quedamos, embobados, mirando el espectáculo de la naturaleza. Sin demasiada intervención del hombre. Estos minutos, a nosotros, nos quedaron grabados a fuego. Esos recuerdos que, al volver a nuestra mente, nos generan esa sensación de bienestar, de felicidad 😊

Pequeña piscina del Shindzela

El otro lado de la cara de este tipo de alojamientos sin vallas (llamados 'unfenced lodges') es que esa misma noche escuchamos, ya a la madrugada, los rugidos de unos leones que, a lo lejos, se comunicaban entre sí.

Teniendo en cuenta esto que contamos, volvemos a la pregunta de arriba. ¿Se alojarían en un lugar así, durmiendo con animales salvajes a la vuelta de la esquina?

¡Sigamos viajando!