Qué hacer en Venecia en dos días: guía para descubrir la ciudad más única del mundo
- Flor
- 27 jul
- 7 Min. de lectura
Actualizado: 28 jul

Muchas ciudades del mundo están atravesadas por canales, pero en vez de destacar con identidad propia, muchas adoptan comparaciones: “la Venecia del Norte” (como Giethoorn), “la Venecia de Portugal” (Aveiro), “la Venecia de América Latina”... y así podríamos seguir. Pero Venecia hay una sola. No necesita apodos ni comparaciones. Es única.
Fundada en el siglo V por habitantes del Véneto que se refugiaron en las islas de la laguna, Venecia evolucionó hasta convertirse en una ciudad suspendida entre el agua y la historia. Su arte, su arquitectura y su forma de vida la volvieron inolvidable.
Hoy es uno de los destinos más visitados del planeta. Si estás organizando un viaje corto, esta guía te cuenta qué hacer en Venecia en dos días, o si simplemente soñás con conocerla algún día, acá tenés todo lo que no te podés perder.
Explorá Venecia a tu ritmo: perdéte sin miedo
Antes que nada: dejáte llevar. Caminá sin rumbo, cruzá puentes, perdéte entre los callejones. Esa es la mejor forma de descubrir Venecia. Cada rincón guarda una sorpresa, y cada giro inesperado puede llevarte a un canal escondido, una iglesia silenciosa o una vista increíble.
Mientras explorás, te contamos los lugares que no pueden faltar en tu recorrido:
Plaza San Marcos: el corazón de la ciudad
Es la única “piazza” oficial de Venecia (todas las demás son “campi”). A lo largo de los siglos fue el centro social, político y religioso de la ciudad. Hoy, sigue siendo su punto neurálgico.
Está rodeada de cafés con terrazas y músicos tocando en vivo, lo que la convierte en un lugar ideal para sentarse con un espresso o un Spritz. Napoleón la llamó “el salón más bello de Europa”.

Basílica de San Marcos
Uno de los templos más impresionantes de Europa. Comenzó a construirse en el siglo IX para albergar las reliquias de San Marcos, traídas desde Alejandría. Su estructura actual es del siglo XI, con reformas posteriores.
De estilo bizantino, deslumbra con más de 4.000 m² de mosaicos dorados y unas 500 columnas traídas de distintas partes del Imperio Romano, algunas datadas en el siglo III. Es decir, más antiguas que la basílica misma, traídas como botín o donaciones.
Entrada general: €7
Entrada combinada con acceso a la Pala d’Oro (retablo bizantino de oro y piedras preciosas): €12

Campanile de San Marcos
El edificio más alto de Venecia (98,5 metros), y antiguo faro para navegantes. Se desplomó en 1902 y fue reconstruido fiel al diseño original. Desde lo alto se obtiene una vista panorámica inigualable.
Entrada: €12
Tip: si el cielo está despejado, se puede ver hasta Murano.
Palacio Ducal
Símbolo del poder veneciano y uno de los máximos exponentes del gótico veneciano, el Palacio Ducal fue la residencia del Dogo, sede del gobierno y también prisión.
Se puede visitar su interior, incluyendo los salones de gobierno, los apartamentos del Dogo y el famoso Puente de los Suspiros, que conecta con las antiguas cárceles.
¿Quién era el Dogo? El Dogo (del italiano Doge) era el máximo dirigente de la República de Venecia, una figura similar a un jefe de Estado. Elegido de por vida por la aristocracia veneciana, el Dogo tenía funciones principalmente ceremoniales y representativas, aunque en la práctica también influía en decisiones políticas y diplomáticas. Gobernó Venecia desde el siglo VIII hasta la caída de la república en 1797.
Entrada general: €30
Atención: si la comprás online con 30 días o más de anticipación, el precio desciende a €25.
Más info:

Puente de los Suspiros
Pese a lo que sugiere su nombre, el Puente de los Suspiros no tiene un origen romántico. Une el Palacio Ducal con la antigua prisión, y se dice que los "suspiros" eran el último aliento de libertad de los prisioneros al ver por última vez la ciudad a través de sus pequeñas ventanas.
Se puede recorrer por dentro como parte de la visita al Palacio Ducal. Desde el exterior, es uno de los puntos más fotografiados de Venecia, especialmente cuando una góndola pasa justo por debajo del puente.
Gran Canal y Puente Rialto
El Gran Canal es la arteria principal de Venecia. A lo largo de sus orillas se alinean palacios, iglesias y fachadas históricas que parecen sacadas de una pintura. Podés recorrerlo en góndola, vaporetto (el autobús acuático) o traghetto, una góndola compartida que cruza de un lado a otro por pocos euros.
Entre los cuatro puentes que cruzan el canal, el más antiguo y emblemático es el Puente de Rialto. Fue construido entre 1588 y 1591 en piedra, reemplazando una estructura anterior de madera que incluso tenía partes móviles. Durante siglos fue el único puente que conectaba ambas orillas del canal.
Su diseño es tan funcional como estético: cuenta con un único gran arco y una estructura cubierta por una hilera de locales comerciales en el centro, lo que le da un encanto único. Hoy, en esos pequeños locales se pueden encontrar tiendas de souvenirs, joyerías y artesanías venecianas.

Además de su belleza arquitectónica, el Puente de Rialto ofrece una de las vistas más fotogénicas del Gran Canal. Es un lugar ideal para contemplar la vida veneciana que fluye por el agua, especialmente al atardecer, cuando la luz tiñe de dorado las fachadas de los palacios.
Muy cerca del puente se encuentra el Mercado de Rialto, uno de los rincones más auténticos de la ciudad. Abre por la mañana (de 9 a 12) y ofrece pescados frescos de la laguna, frutas, verduras y otros productos locales. Es frecuentado tanto por los venecianos como por chefs de restaurantes, lo que le da un ambiente vibrante y tradicional.
Ghetto Judío de Venecia
Establecido en 1516, fue el primer gueto judío de Europa. Su ambiente tranquilo contrasta con el bullicio turístico. Caminando por allí, podés descubrir sinagogas históricas y una plaza silenciosa que parece otra ciudad.
Islas de Murano y Burano: un opcional de Venecia en dos días
Si estás en Venecia y tenés tiempo, vale la pena hacer una escapada a Murano y Burano. Son dos islas muy distintas, pero que se complementan de forma ideal.
Murano, la más cercana, es famosa por su tradicional fabricación de cristal soplado. Podés ver en vivo cómo los artesanos trabajan el vidrio en los talleres, y si querés, llevarte algún recuerdo hecho a mano: desde pequeños adornos hasta piezas únicas de arte en vidrio.

Burano, un poco más alejada y más pequeña, tiene un encanto muy particular. Sus casitas de colores brillantes parecen sacadas de un cuento, y la isla es conocida por su encaje de bolillos, una técnica artesanal finísima que algunas mujeres locales todavía practican.

Murano deslumbra con su arte en vidrio, y Burano enamora con sus colores y su tranquilidad. Si te organizás bien, es totalmente posible visitar ambas en un mismo día, sobre todo si salís temprano y te movés en vaporetto.
Tour recomendado:
¿Paseo en góndola?
Una de las experiencias más icónicas. Aunque cara, tiene su encanto.
Precio promedio: €80 por 30 minutos
Consejo: es más barato compartirla con otros viajeros.
¿Vas entre abril y julio? Tené en cuenta esto
Durante ciertas fechas (fines de semana y feriados entre abril y julio), se cobra una tasa de entrada al centro histórico:
€5 si reservás con 4 días de anticipación
€10 si lo hacés con menos de 4 días
Exentos: menores de 14 años, huéspedes de hoteles, personas con movilidad reducida, entre otros. Reservas: https://cda.veneziaunica.it/es
Cómo llegar y moverse en Venecia
Desde el aeropuerto
Shuttle ATVO a Piazzale Roma: €10 (solo ida) o €18 (ida y vuelta)
Aerobús + vaporetto: €14
En tren
Llegás a la estación Santa Lucía, ubicada sobre el Gran Canal. Desde ahí podés tomar un vaporetto hasta tu alojamiento. Pero si no llevás mucho equipaje, el lugar donde te hospedás no queda lejos y te gusta caminar, tranquilamente podés ir a pie y disfrutar del recorrido.
Transporte en Venecia
La mejor forma de moverse es en vaporetto (autobús acuático). Se puede comprar billete simple o pases según tu estadía:
Billete sencillo (75 min): €9,50
Pases de 1, 2, 3 o 7 días: desde €25 hasta €65
Se compran en máquinas, taquillas u online. Paradas principales: La Ferrovia, Piazzale Roma, San Zaccaria, entre otras.
Algunas otras joyas...
Santa Maria della Salute
Ubicada frente a San Marcos, al otro lado del canal. Fue construida como agradecimiento tras la peste de 1631. Su cúpula blanca se refleja en el agua y es visible desde distintos puntos de la ciudad.
Lido de Venecia
Ideal si querés relajarte. Es una isla con playas, calles tranquilas y hasta glamour, ya que allí se celebra el Festival Internacional de Cine de Venecia.
Scala Contarini del Bovolo
Una joya escondida. Es una escalera de caracol exterior construida en 1499, desde donde se pueden ver los tejados de Venecia.
Entrada: €9

Teatro La Fenice
Uno de los teatros de ópera más famosos de Italia. Aún activo, ofrece visitas y funciones.
Entrada general: €12
Ca’ d’Oro
El palacio más llamativo del Gran Canal. Aunque ya no conserva el dorado original de su fachada, su arquitectura sigue siendo magnífica. Hoy alberga la Galería Giorgio Franchetti.
Entrada: €15
Campo Santa Margherita
Un campo lleno de vida, especialmente de noche. Ideal para tomar algo, comer o simplemente sentarse a ver pasar la vida veneciana.

Venecia en dos días es posible, aunque vas a querer volver. Su historia, sus calles que se cruzan con agua y arte, su silencio sin autos y su luz que cambia con cada hora... la hacen incomparable. No importa cuántas “Venecias del mundo” existan: la verdadera está acá, esperándote.
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