Tras nuestro paso por el Parque Nacional de los Lagos de Plitvice, retomamos la ruta en dirección sur. Decidimos pasar de largo Zadar, ciudad costera croata, asi como tambien el Parque Nacional Krka, con atractivos similares a los del de Plitvice.
Hicimos una parada en un camping en Okrug, con salida directa al mar. Las playas croatas, que dan al Adriático, son todos más o menos iguales, es decir: bellísimas. El suelo de piedras y el color turquesa de las costas se repiten kilómetro tras kilómetro.
Okrug tiene unas playas muy muy lindas y está muy cerquita de una ciudad histórica como Trogir.
Luego del descanso, nos fuimos para la segunda ciudad más grande de Croacia: Split. Una ciudad riquísima en historia, donde se destaca el Palacio de Diocleciano, emperador romano desde el 284 dC hasta el 305 dc. Diocleciano, oriundo de estas tierras, se mandó a construir esta monumental obra, donde pasó los últimos años de su vida.
Es una ciudad con un aeropuerto importante, con muy buenas conexiones, sobre todo con el resto de Europa.
El mayor atractivo es el barrio donde fue erguido este palacio, con varios edificios de dos mil años de antigüedad. Les dejamos nuestro video contándoles nuestra experiencia en Split:
Split también cuenta con un importante puerto, desde el cual parten diferentes embarcaciones hacia varias islas croatas. Un puerto que, además, recibe cruceros de varias de las cadenas más importantes del mundo.
Sin dudas es una de las ciudades que no podés saltear en tu visita a Croacia.
¡Sigamos viajando!
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