Tropea: playas y aguas turquesas en Calabria, Italia
- vandeados - Flor y Juan

- hace 2 días
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Dónde queda Tropea
Tropea está ubicada en la región de Calabria, al sur de Italia continental, sobre la costa del mar Tirreno. Es uno de esos lugares que parecen salidos de una pintura: un pueblo colgado sobre un acantilado, con vistas soñadas y playas de agua turquesa que parecen irreales.
Desde Roma, Tropea queda a unos 630 kilómetros (unas seis horas en auto o tren); desde Nápoles, a unos 430 kilómetros, mientras que si venís desde Catania, en Sicilia, tenés que cruzar el estrecho de Messina en ferry y recorrer unos 150 kilómetros más por carretera o tren hasta llegar a este rincón mágico del sur italiano.

Disfrutando de las aguas turquesas de Tropea en Calabria
Si hay algo que define a Tropea, son sus aguas turquesas, un espectáculo que convierte a esta ciudad de Calabria en uno de los destinos de playa más fotogénicos de Italia. El color del agua es simplemente impactante: un turquesa profundo que contrasta con las paredes de piedra y las casas del casco histórico, que se asoman desde lo alto del acantilado.
Entre las playas más conocidas están La Rotonda y La Linguata, dos franjas de arena clara bañadas por un mar transparente. De aguas relativamente tranquilas y una temperatura ideal durante el verano, invitan a quedarse horas disfrutando del paisaje. En julio y agosto, el agua promedia los 27 °C y con picos de temperatura que superan los 30°C, perfecta para nadar sin pasar frío alguno.
Estas playas están separadas por un promontorio rocoso que se adentra en el mar y le da un carácter único a Tropea. En lo alto de ese promontorio se levanta el Santuario di Santa Maria dell’Isola, la iglesia que se ha convertido en la postal más famosa de la ciudad, dominando el paisaje y aportando ese toque especial que hace de estas playas un lugar tan memorable.

El Santuario di Santa Maria dell’Isola
El santuario es, sin duda, uno de los lugares más emblemáticos de Tropea. Su silueta de colores claros contrasta con el azul intenso del Tirreno y el dorado de las rocas, creando una de esas vistas imposibles de olvidar.
Subir hasta lo alto del promontorio vale totalmente la pena: desde allí tenés panorámicas espectaculares del pueblo, del mar y de toda la línea de playas que bordean la costa.
En cuanto al acceso, la iglesia en sí suele ser de entrada gratuita. Sin embargo, si querés explorar los jardines panorámicos o la terraza que queda detrás de la iglesia, sí hay un pequeño precio de admisión (aproximadamente 4 €) para ese espacio.

La playa escondida detrás del santuario
Detrás del promontorio donde se levanta el santuario se encuentra una pequeña cala “secreta”, a la que solo se puede acceder nadando o en barca, pasando por la Grotta del Palombaro, una cueva natural situada entre La Rotonda y La Linguata.
La playa, rodeada de estas rocas y con la gruta como protagonista, le da un carácter mucho más escénico y peculiar, ofreciendo además una sensación de mayor intimidad, especialmente en las primeras horas del día, ideal para quienes se animan a explorar un poco más y disfrutar del paisaje sin tanta concurrencia.
Cómo llegar a Tropea
Tropea tiene su propia estación de tren, así que podés llegar desde las principales ciudades italianas con alguna conexión intermedia.
El aeropuerto más cercano es el de Lamezia Terme, que opera principalmente vuelos nacionales. Desde allí podés tomar un micro hasta la estación de tren de la ciudad y continuar el viaje en tren hasta Tropea.
Si preferís manejar, llegar en auto es una opción cómoda. Solo tené en cuenta las ZTL (zonas de tráfico limitado) en el centro histórico para evitar multas. Y si vas a alquilar un auto en Italia, podés usar nuestro código de descuento "vandeados" con bookingcars, una plataforma que compara precios entre distintas rentadoras y te permite reservar sin sorpresas. Hacé clic acá para más info.
Dónde hospedarse y dónde comer
El centro histórico de Tropea concentra la mayor parte de los alojamientos, con opciones para todos los presupuestos. Hospedarte ahí es ideal: vas a estar cerca de restaurantes y de todo el encanto del casco antiguo. Caminar por sus calles empedradas es recorrer la historia: edificios muy antiguos se mezclan con el mar, y entre los intersticios de las callecitas se deja entrever el turquesa del Tirreno, regalando postales únicas en cada vuelta de esquina.
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El centro histórico se encuentra en lo alto, por lo que para llegar a las playas principales, como La Rotonda o La Linguata, hay que descender hasta el nivel del mar. No es complicado bajar, pero el regreso puede ser más exigente si lo hacés caminando.
Corso Vittorio Emanuele
El corazón del movimiento en Tropea es el Corso Vittorio Emanuele, la calle principal del centro. Llena de bares, restaurantes, heladerías y locales, tiene una linda energía, especialmente entre junio y septiembre, cuando llegan los turistas de toda Italia y del mundo.
Al final de la calle está el famoso Affaccio del Corso, el mirador más icónico del pueblo, con una vista de ensueño del promontorio, el santuario y las playas más lindas de Tropea.

La Catedral de Tropea y las bombas desviadas por la Madonna di Romania
La Cattedrale di Maria Santissima di Romania, conocida como el Duomo de Tropea, es uno de los templos más importantes de la ciudad, construida en el siglo XII y remodelada tras varios terremotos. Su valor histórico y religioso se combina con la curiosa historia que la hace única.
Al entrar, muchos visitantes se sorprenden al ver dos bombas de avión colgadas en las paredes laterales de la nave central. Estas bombas son un testimonio de un episodio ocurrido el 24 de julio de 1943, cuando los aliados sobrevolaron Tropea durante la Segunda Guerra Mundial. Se lanzaron seis bombas sobre el centro del pueblo, pero, de manera extraordinaria, desviaron su trayectoria y cayeron en un huerto sin explotar, salvando a los habitantes.
El milagro fue atribuido a la Madonna di Romania, patrona de la ciudad. En señal de gratitud, el obispo de entonces, mons. Cribellati, ordenó que dos de esas bombas quedaran dentro de la catedral, donde permanecen hasta hoy como símbolo de fe y protección.

Pocos días después, el 5 de agosto de 1943, Tropea volvió a ser bombardeada, causando esta vez diez víctimas civiles, pero aquel primer hecho quedó grabado en la memoria colectiva como un acto de protección divina.
Tropea ofrece playas de aguas impresionantes, tanto por sus colores como por su temperatura, y un escenario único, donde la ciudad se posa sobre el acantilado y un promontorio con un santuario separa sus playas principales, creando visuales realmente inolvidables. Sus callecitas, pasadizos entre antiguas edificaciones y miradores que dejan sin aliento completan la experiencia de recorrer este rincón de Calabria.
A Tropea la podés disfrutar varios días si tu intención es aprovechar sus excelentes playas en verano, o incluso incluirla en un roadtrip veraniego por Italia, pasando una o dos noches.
Depende de vos… como siempre decimos, ¡sigamos viajando!















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